
¿Qué pensarías si te dijeran que Turquía, un país musulmán se encuentra la casa donde vivió los últimos 9 años la virgen María? ¿Lo creerías? Cuando me lo dijeron la verdad que no lo creí, cuando me iba acercando a la zona del Ephesus, los rumores iban aumentando y así fue, era cierto lo que me habían dicho, en esa área se encontraba la casa de la virgen María. En este post te hablo de La casa de la virgen María en Efeso Turquía.
Hay que recordar que para los musulmanes Jesús Cristo es un profeta y reconocen a María como la madre del profeta, es por eso que inclusive ellos van a visitar el sitio, pero recibe más visitantes extranjeros.
¿Cómo llegar?
A fuera de la zona arqueológica del Ephesus hay taxis y calandrias que te cobran por llevarte. Los taxistas aproximada mente quieren 100 liras (eso equivale a 50 E). Regatea con ellos, yo lo hice y quedó en las 50 liras (25 Euros).
A lo largo del camino encontraras una virgen grandísima, es una señal que estás pronto a llegar al lugar. Una vez que llegas al sitio, se pagan 15 liras por cada persona. El arreglo con el señor del taxi era que me iba a esperar, una forma de que cumpliera su trato es no dándole dinero y pagarle al final. Créeme, con eso no se va: D
¡La casa de la Virgen!
Al ingresar puedes ver muchas figuras del a virgen en diferentes idiomas, con diferentes oraciones y hasta al fondo puedes encontrar la casa que es resguardada por policías y monjas (católicas) . Es una pena, pero no se puede tomar fotos por dentro solamente por fuera de la casa, ya que esta prohibido tomar fotografías o filmar por dentro.
La historia de la casa es que María llego a Turquía después de la crucifixión con Juan el evangelista, ahí estuvo viviendo 9 años y posteriormente murió. Descubrieron la casa de María por que una religiosa tuvo una visión , fueron al lugar que se le había presentado y se dieron cuenta que ahí había vivido María.

Dicen que algunos viajes nos hacen decir “me hubiera gustado que estuvieras ahí” y eso me paso cuando estuve ahí. Yo quería que mi abuelita estuviera en ese instante. Creo que es uno de los lugares que le hubiera gustado ver en su vida. Pero tuve que contarle todo a mi regreso y mostrarle fotos ¡hubieran visto su cara!
Tengo que decir que esta parte del viaje me encontraba ahí con personas muy allegadas a mí. Cuando entramos pareciera que el lugar fuera de nosotras, todos se encontraban a fuera y dentro de la casa no había nadie. No pudimos resistir y hablar un poco, cuando de pronto alguien nos dice ¡mexicanas! Acto seguido corre a abrazarnos con tanto afecto personal, recibimos su abrazo, pues traía tantos tintes de añoranza y parecía que nos conocía, era una monja Colombiana que tenía mucho tiempo que no veía a su familia, pero para ese momento parecía que nosotros éramos su familia, creo que los Latinos somos muy cálidos y eso que paso fue parte de la calidez que nos distingue.

La madre nos contó mostró la casa y también nos regaló un libro donde cuenta la historia del lugar. Tuvimos que despedirnos, y el adiós parecía cuando algún familiar se va, pero tuvimos que seguir nuestro camino. El viaje tenía que seguir… Y La Capadocia me esperaba.
Siguiendo con el lugar , al salir puedes encontrar un lugar donde la gente pone veladoras. En otra parte puedes ver un muro donde miles de personas hacen pedimentos, me quedaba claro que era un lugar donde muchas personas van en busca de algo, y donde muchas culturas y religiones conviven. Puedes ver muchos escritos, pedimentos o frases en diferentes lenguas. Unos en telas, servilletas o inclusive un ticket de avión.
La casa de María fue un sitio que no esperaba encontrarlo en mi camino porque no sabía que existía y menos que se encontraba en Turquía. Es una prueba de que la vida o el destino van poniendo lugares o gente en nuestro camino. Y que a pesar de tener detallado un viaje por ejemplo de donde ir o que conocer, las cosas cambian y a veces para bien.

Deja un comentario
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.